lunes, 2 de abril de 2007

MAREMOTO / TSUNAMI

El diccionario de la Real Academia Española define maremoto como una agitación violenta de las aguas del mar a consecuencia de una sacudida del fondo, que a veces se propaga hasta las costas dando lugar a inundaciones. El maremoto es simplemente un seísmo, del griego σεισμός, sacudida. En otras palabras, es un terremoto submarino.
Un tsunami es una ola gigante provocada por un maremoto, por un deslizamiento, una erupción volcánica o el impacto de un meteorito. A medida que se propaga desde el epicentro, la ola no es muy grande, puede tener uno o dos metros de alto. Lo que sí es muy grande es su longitud de onda, es decir, el intervalo entre cada ola, que puede ser de varios cientos de metros. Este comportamiento hace que pueda ser invisible desde el aire, o que no se perciba en un barco sobre la superficie marina; su propagación puede sobrepasar los 500 km/h, en mar abierto y profundo, disminuyendo a unos 30 km/h en aguas poco profundas. En menos de 24 horas, un tsunami puede atravesar el océano Pacífico. Al llegar a la costa, se estrella con el fondo, pero el piso va ascendiendo: la ola, que era horizontal, se levanta hasta hacerse vertical, con las consecuencias catastróficas que hoy conocemos. No es lo mismo maremoto que tsunami.
Tsunami es un sustantivo masculino de origen japonés, formado de las raíces tsu (bahía) y nami (ola), se refiere a esa ola oceánica gigante cuando llega a puerto. El término tsunami no aparece registrado en la última edición del diccionario de la RAE. Sin embargo, según informe desde España del académico Fernando Pardos, el día 11 de enero de 2005 se trató el tema en la Comisión de Vocabulario Técnico de la RAE, para proponer la inclusión de la palabra tsunami en su próxima edición. Algunas de las controversias que se han suscitado incluyen proponerlo en español como un sustantivo femenino, pues designa a una ola: «una/ la tsunami». También está la propuesta de admitir la castellanización «sunami», en lugar de la inglesa tsunami. Al respecto, el comentario del académico al proponente de esta transliteración española:

«…de momento es un extranjerismo, aunque no sé aún si se optará por ponerlo
en letra cursiva, porque fonéticamente «es pronunciable» pero el grupo «ts»
no es muy español que digamos. Como ejemplos de cosas parecidas, «geisha»
está en cursiva pero «kamikaze» no. Obsérvese que el DRAE no registra ni adapta
«geisa» ni «camicace». Según tú, entonces una famosa mosca ¿debería llamarse
«sé-sé»? No sé, no sé ☺.
Un abrazo, Fernando Pardos»