domingo, 4 de mayo de 2008

Mario Bonilla visto por Aníbal J. Morillo, MD.

Nació en una ciudad con obelisco, algunos minutos antes de la sexta hora del día dieciocho de septiembre de 1960. Por haber vivido muy poco tiempo en su ciudad natal, él mismo se considera natural de Bogotá, Colombia, ciudad en la que ha permanecido la mayor parte de su vida.
Desde temprana edad tuvo dificultades para comunicarse con sus semejantes, hasta el punto de que su propia familia podía no tener indicios acerca de sus sentimientos hacia ellos, a pesar de considerarse él mismo como un acérrimo admirador de sus ancestros, una madre exageradamente adueñada de su papel como tal, y un padre médico, científico, y, en una palabra, genial.
Comenzó escribiendo para sí mismo, luego escribió para que lo quisieran más, pasó por momentos de inspiración en aras de la crítica, y finalmente reconoce que escribe por muchos motivos, mejor descritos por María Antonia Oliver:

“Los escritores dicen que escriben para que la gente les quiera más,
para la posteridad, para despejar los demonios personales, para
criticar el mundo que no gusta, para huir de sus neurosis, etc., etc.
Yo escribo por todas estas razones y porque escribiendo puedo ser yo misma.”

En muchos momentos de su vida prefirió la soledad, a la que varias veces consideró como su amiga, y a la que llamó alguna vez su «estado natural», pues dicho estado es común a todos los seres humanos que no hayan sido producto de un embarazo múltiple.
Hay quienes afirman que uno de los factores que pudo haber favorecido el desarrollo de su imaginación es precisamente la gran cantidad de momentos compartidos consigo mismo (nosce te ipsum), en los que descubrió su interés por toda clase de estímulos visuales.
Inventaba juegos en los que la luz, los reflejos y las sombras eran los protagonistas (1). Para algunos, no es coincidencia su afición por el cine y la fotografía, ni mucho menos su decisión de convertirse en un especialista médico en imágenes diagnósticas.
En su visión del mundo, siempre debería existir una explicación para cada evento, aunque ésta sea actualmente desconocida, o simplemente debida al azar. No hay cabida para lo que él llama «seres extraordinarios con poderes sobrenaturales», comúnmente conocidos como dioses. Su agnostiscismo se pudo haber incrementado cuando comenzó a leer a Kurt Vonnegut Jr., quien se convirtiera en su autor favorito en el idioma inglés.
Superada –por lo menos parcialmente– su exagerada timidez juvenil, pronto descubrió que las letras y el humor eran un canal de comunicación aceptable. Comenzó a escribir sus primeras frases con autopercibida coherencia literaria a la edad de quince años, en forma de cuentos y ensayos que publicaba ocasionalmente en «Sobre el Tapete», el periódico escolar de cuyo primer Comité Redactor fue miembro. Esos textos constituyen verdaderas «piezas de colección», cuyos originales parecen haberse extraviado para siempre.
En aquella época prefería divulgar sus escritos utilizando diversos seudónimos, ya sea mediante anagramas basados en las letras de sus nombres y apellidos, o aquel ridículo nombre de «B. Yutreg Kinopl», nacido aleatoriamente entre las teclas de una vieja máquina de escribir de su padre. Muchos años después, retomaría su inclinación hacia el periodismo informal, al participar en «El Tiempo de Relajación», un proyecto de periódico que distribuía en su trabajo, y en el que hacía las veces de autor, diagramador, redactor y editor.
Aunque ha dicho que preferiría escribir en prosa, a Mario Bonilla se le conoce más por el uso de frases cortas, de longitud variada, rima sospechosa y métrica dudosa, estilo éste que se constituyó en su forma de expresión predominante y que llegó a ser considerado por autocríticos de su obra inédita como «poesía» (2).
Sus principales escritos – casi todos inéditos hasta ahora- han sido recopilados y distribuidos informalmente bajo títulos como «Anotaciones Vitales», «Proyecto Número Uno y Otros Versos en Proyecto» y varias versiones de «Busco Una Palabra».
El surgimiento de las bitácoras virtuales o «blogs» y la ocasional oportunidad que ofrecen las revistas científicas para la publicación de artículos de temas esotéricos, históricos o de «índole cultural», ha permitido una tímida incursión de Bonilla en espacios de divulgación cada vez mayor (por lo menos, más «abierta»). Sin embargo, sus proyectos seudoliterarios siguen siendo, quizá merecidamente, poco conocidos. Sus anotaciones están basadas en hechos reales o ficticios, están inspirados en una o varias personas y han sido logradas por una combinación de ingenio, palabras y suerte. Para Bonilla, hay personas o situaciones que tienen «potencial literario», a la vez que hay otras con «potencial cinematográfico». Las primeras pueden terminar mencionadas –o no- en sus escritos, las segundas podrían convertirse en imágenes o -¿quién sabe?-, en guiones para una película.
En Mario Bonilla es fácil identificar varios estilos, frecuentemente inspirados en técnicas previamente divulgadas por reconocidos escritores (estilo que algunos han dado en llamar plagio). Para aproximarse a Bonilla, es preciso tener en cuenta que el autor ha eliminado el orden cronológico de varios de sus escritos, con la intención de aislarlos de sus momentos de crisis vitales. En muchos casos, se ha perdido por completo la pista del año o la época en que escribe. Por ello, la mejor manera de comprenderlo, si éste fuera uno de los objetivos del lector, puede ser el dejar al azar el orden en que se lee a Mario Bonilla.
Mario Bonilla es el seudónimo anagramático de Aníbal Morillo: médico, radiólogo, verbófilo, soñador.
Sus recopiladores han encontrado textos relevantes escritos por él desde 1976.
Además de sus dos páginas virtuales, una negra y una blanca, se rumora que tiene «en el horno» la idea de completar el espectro con una página gris...

Referencias imaginarias o irrelevantes
1. Alejo Molleros Binatarazi: Mario Bonilla: Aproximación hacia un Voyeurismo Pragmático. Editorial Visión. 1978.
2. B Yutreg Kinopl: Mario Bonilla: Una nueva forma de poesía. Revista Ensaos y Errores, 1977.
3. http://ajmorillo.blogspot.com/
4. http://www.palviento.blogspot.com/