miércoles, 16 de enero de 2008

Propósitos para un mejor año, siglo, milenio...

Desde hace una semana, se encuentra en las carteleras del Departamento una versión impresa a dos columnas del siguiente texto:

Ahora que comienza un nuevo año, comparto un viejo listado, escrito con ánimo motivador, que desenterré de mi archivo personal. Con la libertad que ofrece la autoría, lo he adaptado ligeramente a nuestra realidad. Pese a que ha transcurrido una década de haberlo concebido, creo que algunos de los puntos pueden seguir vigentes.

Aníbal J. Morillo, MD.
Coordinador Académico
Departamento de Imágenes Diagnósticas
Hospital Universitario de la Fundación Santa Fe de Bogotá
Bogotá, Colombia

Propósitos para un mejor año, siglo, milenio…
Modificado de El Tiempo de Relajación, Vol 5. No1. (Febrero de 1998).


No me olvidaré de cambiar mi dosímetro personal oportunamente.
Identificaré todas y cada una de las películas radiográficas que yo haga y verificaré que el nombre de mi paciente esté bien escrito en ellas.
Seré amable y comprensivo con quienes soliciten mi ayuda.
Daré indicaciones claras a los pacientes para su preparación.
No haré que mis pacientes firmen la hoja de consentimiento informado para un procedimiento invasivo cuando ya estén bajo los efectos del protocolo de sedación.
Colaboraré con los trabajos de investigación de mis compañeros.
Atenderé respetuosamente a quienes soliciten mi ayuda, sin importar su cargo, labor u oficio.
Me enorgulleceré por los logros del Departamento y los consideraré como propios.
Seré amable y comprensivo con mis compañeros de trabajo.
Archivaré adecuadamente todos los estudios.
Respetaré el pudor de mis pacientes.
Atenderé cordialmente las llamadas telefónicas.
Si tengo que entrar a una sala donde se realiza un examen o procedimiento, saludaré cordialmente al paciente que esté siendo atendido.
Respetaré el temor de mis pacientes.
No haré que mis pacientes desfilen semidesnudos por el Departamento.
No haré comentarios discriminativos.
Me interesaré por el trabajo de los demás.
Cuidaré los elementos de trabajo.
Me interesaré por el orden y la limpieza.
Dejaré cada cosa en su lugar.
Apagaré las luces y negatoscopios que no esté utilizando.
Cuidaré los libros y revistas del Departamento.
Escribiré con letra legible.
Seré claro y conciso en mis descripciones.
Cumpliré con mi horario de trabajo.
Refunfuñaré menos.
Reiré más.
Me acordaré de guardar las precauciones mínimas de bioseguridad, y usaré guantes para manipular elementos que hayan estado en contacto con secreciones.
Regañaré menos.
No regañaré en público.
Recordaré con más frecuencia que mis residentes esperan que yo les enseñe.
Recordaré con más frecuencia que mis docentes sí se preocupan por mi formación.
Usaré la radiación en forma racional.
Usaré los elementos de radioprotección en forma racional.
Seré menos irracional.
No usaré más del tiempo asignado para una conferencia.
Trataré de no dormir en las conferencias de mis compañeros.
Trataré de no dormir en las conferencias de mis docentes.
No llegaré tarde a las reuniones académicas.
Seré discreto con la información confidencial.
Reportaré oportunamente los incidentes adversos.
Me identificaré más con el Departamento.
Seré un ejemplo para los demás.
Seré más paciente.
Seré más amable.
Recordaré que la historia clínica es un documento legal, en el que no debo escribir en forma pasional.
Dejaré caer menos chasises.
Golpearé menos los equipos.
Tiraré menos puertas.
Mantendré cerradas las puertas de las salas de examen.
Mantendré cerradas las puertas de las oficinas cuando las deje vacías.
Estudiaré más.
No tildaré las palabras examen ni abdomen.
Revisaré las carteleras con más frecuencia.
Me encargaré de actualizar oportunamente los datos para localizarme cuando me encuentre de turno.
Atenderé los consejos de mis superiores.
Atenderé los conseos de mis subalternos.
Atenderé los consejos de mis pacientes.
Atenderé los consejos de mis compañeros.
Atenderé los consejos de mi jefe.
Pagaré a tiempo mis deudas.
Cuidaré más del archivo docente.
Dejaré el baño como me gustaría encontrarlo.
Gritaré menos.
Atenderé oportunamente los llamados que me hagan durante mi turno.
Maltrataré menos los chalecos de plomo, y los dejaré en su sitio cuando termine de usarlos.
Usaré un protector de tiroides cuando me encuentre expuesto a radiaciones ionizantes.
Gastaré menos agua.
Gastaré menos gel para ecografía.
Gastaré menos tiempo.
Mandaré a repetir menos estudios.
Haré mejor los estudios para que no me toque repetirlos.
Como los teléfonos están temporizados, no tendré que recordar el ser breve en mis llamadas.
Pelearé menos.
Seré menos “sapo”.
Pondré más atención a lo que hago.
Me importará más mi trabajo.
Tendré más cuidado.
Seré más eficiente.
Respetaré a los no fumadores.
Respetaré a los fumadores.
Respetaré los semáforos.
Caminaré más.
Fumaré menos.
Recordaré con más frecuencia que todos somos del mismo equipo.
No culparé a los demás por mis errores.
Etc…


Uno no lo ha perdido todo mientras esté descontento de sí mismo. E.M. Cioran